Por todos es sabido que el azúcar provoca caries, pero el consumo de hidratos de carbono fermentables y el no tener un aporte suficiente de flúor, también va a favorecer la aparición de esta infección en la boca. Por esto y mucho más, hoy en Proxidental hablaremos sobre las caries.
En niños de corta edad, la higiene y el uso del flúor no suelen ser adecuados y es por ese motivo que cobran más importancia los hábitos dietéticos. Los cuidados deben empezar incluso durante el embarazo y mantenerse después en el recién nacido. Cuando estos cuidados no se producen a veces se llega tarde y la caries ya está en un estado avanzado, por lo que la única opción para mitigar su evolución y afecciones derivadas es empastar el diente, incluso si es de leche, en cuyo caso es tan necesario como si se tratase de uno definitivo.
La consistencia de los alimentos también es un factor importante, ya que el tiempo que un alimento esta adherido al diente va a aumentar o no la susceptibilidad a tener caries. Por ello debemos saber que alimentos como las manzanas o las zanahorias realizan una labor de arrastre y ayudan junto a la saliva a eliminar los restos pegajosos de comida. En cambio, otros alimentos como los líquidos, al adentrarse entre los dientes pueden atacar estas zonas. Una manera de evitar esta enfermedad es mediante un carácter preventivo, educando a nuestros niños a cepillarse los dientes y a realizar los cuidados correctos.
El Ph bucal y la caries
Igual de importante que el tipo de alimento es la frecuencia con la que los consumimos y si los hacemos entre comidas, ya que no es lo mismo un ataque 1 vez al día que 10. Los efectos de las comidas en la boca se empiezan a notar más o menos 20 minutos después de haberlos comido y se empieza a producir una disminución del pH bucal haciendo que la boca sea un medio más ácido y dañino para los dientes. Este es uno de los motivos por los que se pide que se evite lo más posible los famosos picoteos entre comidas para evitar ese descenso de pH.
En aquellas ocasiones en las que el cepillado no es posible los chicles sin azúcar pueden ayudarnos, ya que estos estimulan la saliva aumentando el PH.
Dieta no cariogénica
Para mantener una dieta no cariogénica, se recomienda comidas con contenidos grasos que evitan la adherencia de azúcares en los dientes, proteínas, calcio y fósforo que evitan la desmineralización del diente y flúor que endurece el esmalte dental. La clave para una buena alimentación en relación a la salud dental no consiste en prescindir de algunos alimentos, sino saber cuándo comerlos y hacerlo en su justa medida.
¿Cómo prevenir las Caries?
La prevención de las caries implica la actuación a varios niveles:
* Disminuir el consumo de alimentos azucarados: el riesgo aumenta si se toman con frecuencia, entre las comidas o en formas que hacen que permanezcan en la boca durante más tiempo, como son bebidas azucaradas o alimentos pegajosos de textura blanda (Chuches, caramelos toffes, miel...)
* Del mismo modo, se debe evitar que el niño se quede dormido succionando el biberón de leche ya que los azúcares quedan adheridos durante horas pudiendo corroer el esmalte dental.
* Bacterias de la boca, principalmente S. mutans: hay estudios que indican que los niños se colonizan por S. mutans a través de sus madres, entre otros focos. La presencia de esta bacteria en la boca de la madre implica su adquisición precoz en la infancia, de ahí la importancia de que las madres cuiden y revisen sus dientes desde el embarazo. También es recomendable evitar acciones que faciliten la transmisión, como chupar el chupete del niño, su cuchara, soplar su comida para enfriarla…
* Caries ya iniciadas: la actuación precoz sobre estas es imprescindible, ya que contribuyen a la persistencia y extensión del proceso, implicando mayor riesgo para los otros dientes.
* Anatomía irregular de la superficie dental: la presencia de depresiones o fisuras en los molares proporciona mayor predisposición a las caries. Conforme vayan creciendo los dientes permanentes, es importante visitar al dentista para su control.
Es importante que antes de su primer cumpleaños llevemos a los niños al dentista, teniendo en cuenta que esto no significa tener que realizar un tratamiento: consiste en prevenir posibles daños y asesorarse de cómo identificar los buenos y malos hábitos.
Así que ya sabes, cuando se trata de la salud de nuestros hijos, la prevención es muy importante. Ven a Proxidental y juntos trabajaremos para lograr que la dentadura de tu hijo crezca tan fuerte y sana como se merece.